¿Quién se benefició del mercantilismo?

El mercantilismo benefició a la madre patria al tiempo que obstaculiza el progreso de los colonos; en particular, el mercantilismo favoreció a los fabricantes y, en última instancia, al gobierno gobernante. El objetivo del mercantilismo no era la prosperidad del público en general, sino la potencia financiera del estado. Este enfoque en la competencia estatal frente a las nuevas teorías que enfatizan la naturaleza mutuamente beneficiosa del comercio llevó al declive gradual del mercantilismo como una ideología gobernante.

El mercantilismo era la contraparte económica del absolutismo político y el nacionalismo. Fue dominante en Europa entre los siglos XVI y XVIII, cuando las principales guerras internacionales plagaron el continente. Las prácticas mercantilistas tenían la intención de fortalecer el estado al aumentar los ingresos fiscales y al aumentar las reservas monetarias, al tiempo que debilitaban a los estados enemigos al limitar sus ventas y el acceso a los bienes.

Por lo tanto, las políticas mercantilistas se formaron con el beneficio del estado, no de las personas, y especialmente de los colonos, en mente. El gobierno a menudo prohibió a los colonos comerciar con naciones extranjeras o llevar el comercio de buques extranjeros. Si permitía que los bienes externos se vendieran dentro de sus fronteras, éstos estaban sujetos a tarifas altas. Las medidas perjudican al público al elevar los precios de los bienes, minimizando el mercado para fabricantes y vendedores, y poniendo a los consumidores a merced de monopolios a menudo patrocinados por el estado.