El plano de coordenadas cartesiano fue inventado por el filósofo francés René Descartes en el siglo XVII. Fue un desarrollo revolucionario en matemáticas porque permitió que las ecuaciones algebraicas se usaran para describir formas geométricas, proporcionando la primera sistemática enlace entre estos dos campos.
Descartes fue una de las figuras clave de la revolución científica y a veces se lo conoce como el padre de la filosofía moderna. Probablemente es mejor conocido por acuñar la frase "cogito ergo sum", que significa "Creo, por lo tanto, soy".
Sus otras contribuciones a las matemáticas incluyen sentar las bases para el cálculo desarrollado por Newton y Leibniz, descubrir una forma temprana de la ley de conservación del momento mecánico y hacer avances en el campo de la óptica.