Un inventor desconocido patentó el primer desodorante en 1888, llamado mamá. Era grueso y ceroso, difícil de poner y difícil de quitar. En 1903, Everdry llegó al mercado en los Estados Unidos. Fue el primer desodorante de marca registrada.
En la década de 1950, la lata de aerosol entró en juego. Más del 80 por ciento de los desodorantes en el mercado utilizaron esta tecnología en la década de 1970. Sin embargo, los gobiernos de EE. UU. Y la UE se preocuparon cada vez más por los efectos de los productos químicos nocivos en los cosméticos, por lo que se impuso una prohibición a los ingredientes de los aerosoles, como los complejos de aluminio y circonio. Hoy en día, el desodorante es una gran empresa con miles de marcas en el mercado.