Los procariotas tienen las ventajas asociadas con una mayor simplicidad, incluida una reproducción más rápida, una rápida mutación y adaptación a nuevos entornos, y sistemas metabólicos más diversos. También poseen la capacidad de transmitir genes adaptativos a otros Bacterias en forma de plásmidos. Mientras que los orgánulos de células eucariotas proporcionan ventajas distintivas, los procariotas siguen siendo las formas de vida más abundantes y ubicuas.
Los procariotas se nombran por su falta de un núcleo unido a la membrana, pero los procariotas también carecen de otras orgánulos unidos a la membrana. Carecen de cloroplastos, mitocondrias o vacuolas, y realizan cualquier función de estos orgánulos en su citoplasma. Los procariotas poseen dos tipos de almacenamiento de información genética. El primero, análogo al núcleo eucariota, es un grupo de cromosomas conocido como nucleoide. El segundo, que solo poseen algunos organismos, es el plásmido, pequeños anillos de información genética adicional.
La vida eucariótica, incluidos todos los organismos multicelulares, no podría existir sin los procariotas. Un ejemplo notable es en el ciclo del nitrógeno. Solo ciertas bacterias son capaces de dividir el triple enlace del gas nitrógeno para crear compuestos de nitrógeno, que son cruciales, particularmente para los productores. Animales de todo tipo dependen de las bacterias simbióticas para ayudar en la digestión. Los procariotas también habitan en entornos increíblemente hostiles, como los respiraderos térmicos de aguas profundas y las piscinas ácidas, donde ningún organismo eucariota podría sobrevivir.