No hay una tasa de evaporación única para la gasolina porque la tasa varía según los aditivos en la gasolina y las condiciones ambientales donde se almacena. En un recipiente abierto a temperatura ambiente, los componentes volátiles de la gasolina comienzan a evaporarse inmediatamente.
Evite la gasolina evaporada siempre que sea posible. La gasolina irrita los pulmones, la piel y el tracto digestivo, y puede dañar el sistema nervioso si se inhala en grandes cantidades. Los efectos secundarios comunes de las dosis bajas incluyen mareos y dolor de cabeza. Los vapores de gasolina causan tumores hepáticos y renales en animales de laboratorio, pero no se han realizado ensayos en humanos. Las dosis suficientemente altas de gasolina inhalada causan el coma y la muerte.