La PCR, o reacción en cadena de la polimerasa, utiliza ciclos repetitivos de calentamiento y enfriamiento para replicar cadenas de ADN de una muestra. La PCR puede amplificar y copiar un solo gen de una muestra varias veces.
PCR requiere cuatro componentes principales. La primera es la muestra de ADN que contiene la sección, o secciones, para copiar. En segundo lugar, la PCR requiere un cebador. Los cebadores son segmentos cortos de ADN que un científico crea para que coincida con la muestra de ADN.
El siguiente requisito de la PCR es la ADN polimerasa, una enzima que copia el ADN. La ADN polimerasa humana se desnaturaliza, o se descompone, a temperaturas de PCR, por lo que los investigadores a menudo usan la ADN polimerasa de una bacteria tolerante al calor. Finalmente, la PCR requiere nucleótidos: adenina, guanina, citosina y timina. Estos son los pares de bases que proporcionan los elementos de codificación del ADN.
Los investigadores primero calientan la mezcla de PCR a una temperatura que desnaturaliza la doble hélice del ADN. Sigue una etapa de enfriamiento, que permite que los cebadores se unan a la muestra de ADN. Sigue otro ciclo de curación durante el cual la ADN polimerasa alarga la cadena de ADN. Repetir estos pasos varias veces crea muchas copias nuevas de la muestra de ADN original en tan solo tres horas.
La PCR es útil en el diagnóstico de enfermedades virales y algunas formas de cáncer. También es una herramienta común en la ciencia forense para replicar pequeñas muestras de escenas del crimen.