El sodio es un elemento metálico blando, blanco plateado, conocido por su conductividad eléctrica y térmica. A temperatura ambiente, el sodio tiene una composición similar a la de la cera y es maleable y dúctil. El sodio debe derivarse por medios químicos, ya que no se encuentra libremente en la naturaleza.
El sodio tiene un aspecto brillante y brillante cuando está recién cortado. Cuando se oxida, la superficie del sodio se empaña, se oscurece y forma una capa blanca compuesta de hidróxido de sodio y carbonato de sodio. Como el sexto elemento más abundante en la corteza terrestre, el sodio se encuentra en forma de minerales como el feldespato, la sodalita y la sal de roca. El sodio es biológicamente útil por su función en la regulación del volumen sanguíneo, la presión arterial, el pH y el equilibrio osmótico.