La mezcla de hidrógeno y oxígeno es igual a agua, pero a temperatura ambiente y presión normal, esto sucede extremadamente lento; se necesita una fuente de energía, un catalizador, para iniciar la reacción química. Sin embargo, el hidrógeno es extremadamente inflamable y explota incluso en presencia de un fósforo encendido o una chispa, por lo que no se recomienda intentarlo.
Las demostraciones de lo que sucede cuando se enciende una mezcla de hidrógeno y oxígeno en condiciones controladas son otorgadas por profesores universitarios para estudiantes de química, y el resultado es espectacular. El ejemplo más famoso de una reacción incontrolada de hidrógeno /oxígeno es el desastre de 1937 en Hindenburg. Esto produjo una enorme explosión y mucha agua. El peligro de encender hidrógeno y oxígeno es que el hidrógeno es inflamable y el oxígeno soporta la combustión.
El agua limpia es una preocupación importante en todo el mundo y, según un informe de las Naciones Unidas de 2006, hasta el 20 por ciento de la población mundial carece de ella. En teoría, es posible producir agua, pero hacerlo a escala global requeriría un proceso a gran escala y sería extremadamente peligroso.
Hay formas más seguras de producir agua y se han inventado varios métodos. El más notable de estos es AquaMagic, creado por los inventores estadounidenses Jonathan Wright y David Richards. Su máquina, utilizada después del huracán Katrina, aspira aire de la atmósfera que lo rodea, pasa el aire a través de una bobina refrigerada donde se enfría y luego purifica y almacena el agua recolectada.
