El cuerpo humano tiene varios mecanismos para almacenar o eliminar el exceso de glucosa de la sangre. La glucosa se puede convertir en una molécula más grande llamada glucógeno que normalmente se almacena en el hígado y los músculos. Cuando el cuerpo necesita glucosa, el glucógeno se descompone para proporcionar una fuente de energía.
Cuando el cuerpo detecta niveles elevados de glucosa o aminoácidos en el intestino delgado, las células beta en el páncreas secretan una hormona llamada insulina que promueve la absorción de glucosa por parte de las células en el cuerpo. La insulina también es responsable de señalar la conversión de glucosa en glucógeno.
Otro método que tiene el cuerpo para manejar el exceso de glucosa es eliminar parte de la glucosa en la orina. En la mayoría de los casos, la glucosa que llega a la orina se reabsorbe a través de los canales de cotransportador de sodio-glucosa 2 en las nefronas del riñón. Estos transportadores reabsorben la glucosa y la envían nuevamente al torrente sanguíneo. Si estos transportadores se saturan con altos niveles de glucosa, el exceso de glucosa se excreta en la orina. Ciertos medicamentos, como el medicamento contra la diabetes canagliflozina, están diseñados específicamente para inhibir la acción del SGLT-2 y promover la pérdida de glucosa. Uno de los síntomas distintivos de la diabetes es la glucosa en la orina.