El movimiento es relativo a un observador o a un objeto. Por ejemplo, una mujer que conduce un automóvil no está en movimiento en relación con el automóvil, pero está en movimiento en relación con un observador que está parado en lado de la carretera.
Un ejemplo similar es un gato durmiendo en una alfombra. El gato parece estar en reposo ante un observador en la Tierra, pero en relación con un objeto en un punto fijo en el espacio, el gato se está moviendo tan rápido como la Tierra gira. Como muestran estos ejemplos, las discusiones sobre el movimiento deben incluir un punto de referencia, especialmente cuando se calculan medidas como la velocidad. Por ejemplo, si un tren viaja a 90 millas por hora y un hombre camina desde la parte trasera de un vagón hacia la parte delantera, ¿qué tan rápido se mueve el hombre? La respuesta depende del punto de referencia. Para otro pasajero en el tren, el hombre se está moviendo a una velocidad de mucho menos de 90 millas por hora. Sin embargo, para un observador que se encuentra fuera del tren, el hombre se está moviendo a una velocidad ligeramente superior a 90 millas por hora.
La mayoría de las personas considera el movimiento en relación con un punto fijo en la Tierra. Los físicos consideran que el universo no tiene un punto fijo, por lo que todo movimiento es relativo a lo que se define como un punto fijo. De hecho, esta idea básica es parte de la teoría de la relatividad de Einstein.