Las migrañas y los dolores de cabeza en racimo pueden causar un dolor intenso en un lado de la cabeza, según la Clínica de dolor de cabeza de Stanford. Los dolores de cabeza en racimo generalmente duran menos de dos horas y pueden causar agrandamiento de la pupila, congestión nasal y párpado caído. Las migrañas severas pueden persistir por hasta 72 horas, a menudo causando náuseas y sensibilidad a la luz.
Las cefaleas en racimo son raras y ocurren en episodios cíclicos llamados "períodos de agrupación" antes de detenerse por meses o años, según la Clínica Mayo. Los períodos de agrupación pueden durar varias semanas o meses, provocando palpitaciones o ardor alrededor de un ojo. El dolor suele ser unilateral y puede extenderse desde el ojo a otras áreas de la cabeza, la cara y el cuello. Las personas que sufren a menudo se despiertan por la noche debido a un malestar intenso y experimentan enrojecimiento, hinchazón y lagrimeo constante en el ojo afectado.
Los médicos creen que la actividad del hipotálamo estimula los dolores de cabeza en racimo, como lo explica la Clínica Mayo. Una vez que comienza el período de agrupación, los ataques ocurren regularmente a lo largo del día y pueden causar auras como migraña o sensibilidad a la luz. Si bien estos dolores de cabeza no tienen cura conocida, los médicos a menudo usan medicamentos, inyecciones de hormonas, oxígeno y corticosteroides para brindar alivio.
Según Healthline, las migrañas pueden causar dolor pulsátil en un lado que deja a los pacientes sintiéndose mareados, fatigados, con náuseas o desorientados. Las migrañas clásicas están precedidas por un aura, que puede obstruir la visión al causar desenfoque, puntos ciegos o líneas en zigzag. Las migrañas son más frecuentes en las mujeres y pueden ocurrir con más frecuencia durante la menstruación.
Los vasos sanguíneos inflamados aumentan la presión alrededor del cerebro, por lo que el dolor suele estar muy concentrado cerca de las sienes, según HowStuffWorks. Las migrañas son difíciles de tratar, pero los médicos consideran varias opciones, como los antiinflamatorios no esteroideos y los bloqueadores beta, según el historial médico del paciente.