El comienzo de la Primera Guerra Mundial fue provocado por conflictos políticos, económicos y territoriales entre los grandes Potencias europeas. El militarismo, una sofisticada red de grupos de alianzas, nacionalismo e imperialismo también condujo al estallido de la Primera Guerra Mundial.
La principal causa de la Primera Guerra Mundial fue la colisión diplomática entre las grandes potencias europeas, incluidas Francia, Italia, Gran Bretaña, Alemania, Rusia y Austria-Hungría, por consideraciones europeas y coloniales, que llevaron a la acumulación de tensión. Sin embargo, la causa inmediata de la crisis fue la tensión sobre el territorio en los Balcanes.
Esto comenzó con la competencia entre Rusia, Serbia y Austria-Hungría por el control del territorio y el dominio en la región. La tensión también atrajo la atención del resto de las Grandes potencias, que terminaron en el conflicto a través de varias alianzas y tratados. Del mismo modo, el crecimiento del nacionalismo en Europa y las disputas territoriales subyacentes contribuyeron enormemente a la crisis.
Otras causas incluyen un sofisticado sistema de alianzas y la aparente ruptura del equilibrio de poder en Europa. Al mismo tiempo, la rivalidad por la riqueza, el poder y el prestigio tomó el centro del escenario, con cada una de las grandes potencias con el objetivo de dominar. La rivalidad económica y militar en la industria y el comercio también desempeñó un papel importante, ya que cada lado intenta sofocar al otro.