Un bajo recuento de glóbulos blancos y un bajo recuento de plaquetas en la sangre pueden significar que un paciente tiene síndrome mielodisplásico, según la Fundación MDS y la Clínica Mayo. MDS es un grupo de trastornos de la médula ósea.
Cuando una persona tiene MDS, su médula ósea no produce suficientes células sanguíneas o plaquetas sanas y maduras, dice la Fundación MDS. Estos componentes de la sangre no entran en el torrente sanguíneo y se acumulan en la médula ósea, o tienen una vida útil anormalmente corta. Las células sanguíneas que entran al torrente sanguíneo se deforman. Esto deja al paciente vulnerable a infecciones, moretones y sangrado fáciles, hemorragias puntuales y anemia. La buena noticia es que el MDS es una enfermedad gradual y no necesariamente fatal.
La MDS en etapa temprana es asintomática, aunque una persona descubre que la tiene después de realizarse un análisis de sangre por otra razón, afirma la Fundación MDS. A medida que los niveles de glóbulos blancos y plaquetas comienzan a disminuir, se vuelve difícil combatir la infección de muchos sistemas en el cuerpo, ya que los glóbulos blancos son parte del sistema inmunológico. El bajo recuento de plaquetas se manifiesta como sangrados espontáneos y contusiones, ya que las plaquetas son responsables de la coagulación.
Los profesionales médicos no conocen la causa exacta de MDS, explica la Fundación MDS. Sin embargo, las personas que ya se han sometido a radiación o quimioterapia para el cáncer están en riesgo, al igual que las personas que están expuestas a toxinas como el benceno.