Según la NASA, Aristóteles argumentó que la Tierra era el centro del sistema solar. El argumento de Aristóteles se basó en el hecho de que los humanos no pueden sentir que la Tierra se mueve, y que el movimiento de la Tierra no genera viento. Aristóteles creía que si la Tierra se movía, habría un efecto de paralaje en las estrellas, y el movimiento de la Tierra dejaría atrás a los pájaros y las nubes.
Aristóteles creía que la Tierra es estacionaria y debe estar en el centro del universo. La teoría de que la Tierra es una masa estacionaria alrededor de la cual giran otros planetas y estrellas se conoce como el modelo geocéntrico. Este modelo fue una creencia común durante más de 1800 años, y fue alimentada por los argumentos de Aristóteles y la creencia griega de que el universo estaba perfectamente estructurado, según la NASA.
Cuando la Iglesia Católica se destacó, la filosofía griega ya no se consideraba precisa ya que la Iglesia creía que la perfección del cielo reflejaba la perfección de Dios. Cualquier teoría que no estuviera en consonancia con la teoría de la Iglesia Católica se consideraba una herejía. En 1543, Copérnico fue el primero en introducir la idea de un modelo heliocéntrico del sistema solar, que colocaba al Sol en su centro en lugar de a la Tierra.