Durante un ataque cardíaco, un coágulo de sangre obstruye completamente la arteria y priva al corazón del suministro de oxígeno, lo que provoca la muerte de las células del músculo cardíaco y un daño permanente, explica WebMD. Los coágulos de sangre se forman cuando una placa se rompe y las plaquetas rodean el área.
Las arterias coronarias son responsables de proporcionar sangre rica en oxígeno al corazón, dice WebMD. La sangre no fluye adecuadamente en personas con enfermedad coronaria porque sus arterias coronarias se vuelven estrechas. Los depósitos de placa son el resultado de la acumulación de sustancias grasas, proteínas, calcio y células inflamatorias dentro de esas arterias.
Otra posible causa de un ataque cardíaco es un espasmo coronario, en el que las arterias sufren un espasmo repetidamente, lo que lleva a un menor suministro de sangre al corazón, afirma WebMD. Las personas en reposo y las que no tienen una enfermedad coronaria grave pueden sufrir un espasmo coronario.
La extensión del daño durante un ataque cardíaco depende del tamaño de la región cardíaca que suministra la arteria obstruida, señala WebMD. La velocidad del tratamiento también afecta significativamente la cantidad de daño al corazón. El músculo cardíaco tarda aproximadamente ocho semanas en curarse después de un ataque. Se forma una cicatriz una vez que el área herida sana, pero el nuevo tejido cicatricial no se puede contraer. Esto significa que el corazón pierde parte de su capacidad de bombeo dependiendo del tamaño y el sitio de la cicatriz.