Una persona puede tener un ataque cardíaco y no saberlo porque no todos los ataques cardíacos producen síntomas reconocibles, según la Asociación Americana del Corazón. Estos se conocen como ataques cardíacos silenciosos.
Los factores de riesgo para un ataque cardíaco silencioso son los mismos que para un ataque cardíaco que produce síntomas, como presión arterial alta, colesterol alto, tabaquismo, antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, obesidad y edad. Según la American Heart Association, un ataque cardíaco silencioso es más peligroso que un ataque cardíaco regular porque las víctimas no se dan cuenta de que necesitan ayuda, lo que retrasa los tratamientos para restablecer el flujo de sangre al corazón y causa más daño.