¿Qué papel juega el medio ambiente en la selección natural?

Los entornos en los que viven los organismos tienen características y cualidades únicas que configuran el desarrollo de las características genéticas y fenotípicas de los organismos residentes para permitirles adaptarse mejor a la vida en esas regiones. El entorno en el que Las especies vivas pueden considerarse un medio biológico y físico. Estos entornos varían en todo el mundo y pueden ser calientes, fríos, áridos o húmedos.

Las condiciones específicas de los ambientes de los organismos llevan al desarrollo de ciertos rasgos para aumentar las posibilidades de supervivencia de los organismos durante cortos y largos períodos de tiempo en esos hábitats. La selección natural ayuda a los organismos a prepararse para la vida en ciertas áreas mediante la propagación de genes que mejoran las posibilidades de supervivencia de las especies en ciertos climas.

La selección natural es un proceso biológico que tiene lugar cuando se cumplen tres condiciones específicas. La primera condición requerida para la selección natural es que existe una variación genética entre las especies individuales en una población. Además, debe haber algún grado de herencia en esos rasgos, lo que garantiza que las cualidades específicas puedan transmitirse a través de generaciones sucesivas.

La variación en los rasgos afecta en última instancia a factores tales como la condición física, la fecundidad y la capacidad de aparearse y sobrevivir. Algunos rasgos, como los abrigos de piel y la grasa espesa, ayudan a los animales a sobrevivir en climas fríos, mientras que la capacidad de conservar el agua permite que las especies sobrevivan en regiones desérticas secas.