La teoría de la tectónica de placas sugiere que la capa exterior de la superficie de la Tierra se divide en unas pocas placas que se mueven a lo largo del manto, formando una capa dura, con presión de las crestas del medio océano y zonas de subducción que causan el cambio de las placas. Las crestas en medio del océano son las brechas que se encuentran entre las placas, como las costuras de una pelota de baloncesto. El magma rezuma a través de estas crestas, creando una nueva corteza en el fondo del océano y separando las placas, mientras que las zonas de subducción se ubican en el punto de encuentro entre las placas. Una se desliza debajo de la otra, tirando de la corteza hacia abajo mientras avanza.
Muchos de los volcanes más poderosos del planeta se encuentran en zonas de subducción, como el "Anillo de Fuego" que se extiende alrededor del Océano Pacífico. Donde dos placas se juntan, hay varios tipos diferentes de interacción. Los márgenes que son placas de características divergentes que se alejan entre sí, mientras que los márgenes de transformación tienen placas que se deslizan y se deslizan. Un ejemplo de esto es la falla de San Andrés en California, que es el punto de encuentro de las placas del Pacífico y América del Norte, pero en lugar de chocar, las placas se rozan entre sí de forma horizontal. El estudio de la tectónica de placas brinda a los científicos una serie de pistas sobre la historia del movimiento continental en la Tierra.