Enjuagar la boca de un perro con agua y buscar atención médica inmediata es crucial después de que un perro muerda una rana o un sapo, según Petplace.com. Es especialmente importante si el perro muerde un sapo venenoso del río Colorado o el sapo gigante, que también se conoce como el sapo marino.
Los síntomas de exposición incluyen patear la boca y /o los ojos; babeo y espuma en la boca; respiración dificultosa; inestabilidad; y convulsiones, estados petMD. El perro también puede tener fiebre y tener un ritmo cardíaco irregular. El veneno del sapo del río Colorado y el sapo gigante pueden ser fatales para los perros, incluso en pequeñas dosis.
El veterinario realiza un electrocardiograma para controlar el ritmo cardíaco del perro, señala Petplace.com. Puede ser necesario el cuidado de apoyo con líquidos intravenosos, medicamentos cardíacos y sedación. Las pruebas no muestran la presencia de la toxina, por lo que el diagnóstico se basa en la confirmación visual de las partes del sapo en el tracto digestivo o en los informes del propietario.
El pronóstico varía, explica petMD. Si un perro recibe tratamiento veterinario dentro de los 30 minutos, antes de que se absorba una gran cantidad de veneno, es muy probable que se recupere. Si ha transcurrido más tiempo, o si el perro es una raza pequeña, su pronóstico empeora.