Los perros que muestran signos de toxicosis venenosa del sapo después de lamer un sapo deben ser transportados al veterinario más cercano para recibir tratamiento. Debido a que puede causar la muerte, esta condición se considera una emergencia de salud, según PetMD.
Los sapos envían una carga de toxina cuando se sienten en peligro. Este veneno es tóxico para las mascotas y puede causar síntomas como babeo profuso, dificultad para respirar, patear los ojos o la boca, llanto, convulsiones, dificultad para respirar, alta temperatura y movimientos inestables.
El veterinario enjuagará la boca y los ojos del perro para eliminar cualquier veneno residual. Otros objetivos del tratamiento incluyen estabilizar la temperatura corporal del perro y posiblemente administrar medicamentos cardíacos para estabilizar cualquier irregularidad en los latidos del corazón causada por el veneno. También se puede administrar anestesia para que el perro se sienta más cómodo.