El Movimiento Progresista (o la Era Progresista) entre 1900 y 1920 fue una época de reformas radicales, lo que permitió al gobierno de los Estados Unidos desempeñar un papel más importante en el control de los negocios y la protección del público. Algunos Entre sus reformas se incluyó la introducción del impuesto federal sobre la renta, la elección directa de senadores y la prohibición del alcohol.
Uno de los objetivos principales del progresismo era aumentar la participación pública en el proceso político. Parte de esto fue presentar la primaria presidencial directa, que permitió al público seleccionar candidatos para la elección. También se introdujo la "Iniciativa", que permite que las leyes propuestas se incluyan en una boleta electoral luego de la recolección de suficientes firmas por petición.
Es importante destacar que al público se le otorgó el poder de "recordar" o remover a los funcionarios electos por petición y voto.
La prohibición del alcohol fue apoyada por grupos protestantes, que apoyaron solo a aquellos candidatos a cargos públicos que no bebieron. Su causa fue ayudada por el estallido de la Primera Guerra Mundial, que se convirtió en un enemigo nacional de los alemanes, muchos de los cuales poseían cervecerías y destilerías en los Estados Unidos.
Entre las reformas de bienestar introducidas se encuentran las leyes que prohíben el empleo de niños menores de 12 años (o hasta 16 en algunos casos), así como el tiempo máximo permitido para cualquier día o semana laboral. Estas leyes coincidieron con las nuevas regulaciones estatales que hicieron que la asistencia escolar fuera obligatoria para los niños.