Una temperatura corporal normal cuando se mide oralmente es de alrededor de 98.6 grados Fahrenheit o 37 grados Celsius, según WebMD. Es normal que la temperatura corporal fluctúe hasta un grado por encima o por debajo de 98.6 grados a lo largo del día.
WebMD explica además que la temperatura normal del cuerpo fluctúa en respuesta a la hora del día, el nivel de actividad de la persona y otros factores, como los niveles hormonales. La forma más precisa de medir la temperatura corporal es por vía rectal. Las temperaturas rectales son normalmente ligeramente más altas que las temperaturas orales. Una temperatura oral superior a 100.4 grados o una temperatura rectal superior a 101.4 grados se clasifica como fiebre.
A pesar de las temperaturas constantemente cambiantes del entorno humano, el cuerpo mantiene una temperatura muy específica, explica WebMD. Cuando el cuerpo está demasiado caliente, comienza a sudar. A medida que el sudor se evapora, el cuerpo se enfría. Cuando el cuerpo está demasiado frío, los músculos comienzan a dispararse frenéticamente para provocar escalofríos y forzar al cuerpo a producir más calor.