Una placenta sucenturiada es una anomalía en la morfología placentaria donde hay uno o más lóbulos accesorios que pueden estar conectados a la parte principal de la placenta por los vasos sanguíneos. Esta placenta separada, más pequeña, es similar. Ecotextura a la porción principal de la placenta.
La probabilidad de que ocurra esta anormalidad se estima en aproximadamente dos por cada 1.000 embarazos. Las placentas sucenturiadas se pueden identificar en las ecografías prenatales.
La porción principal de la placenta está conectada al cordón umbilical, mientras que la placenta, si está conectada a la porción principal, está conectada por vasos sanguíneos. Cualquier conexión puede identificarse durante una ecografía prenatal.
Los principales riesgos de este tipo de placenta se producen en el momento del nacimiento y no aumentan el riesgo de anomolias fetales. El reconocimiento prenatal de este tipo de placenta es importante porque la conexión de los vasos sanguíneos puede romperse durante el parto y puede causar la muerte fetal. Otras complicaciones de una placenta sucenturiada pueden incluir un mayor riesgo de vasa previa tipo dos y un mayor riesgo de hemorragia posparto.
Algunas veces, el término placenta bilobulada se usa para describir una placenta con uno o más lóbulos accesorios que son más iguales en tamaño que en una placenta succenturada. En otros casos, es posible que una contracción pueda simular un lóbulo excéntrico, pero generalmente desaparece en 30 minutos o menos.