Una mórula es un embrión en las primeras etapas de desarrollo que se compone de células en una bola sólida dentro de la zona pelúcida. Esta etapa de desarrollo ocurre en los primeros días después de la concepción. Esta etapa es clave para un mayor desarrollo adecuado del feto que se está creando.
Para que un embrión pase a la etapa de mórula, debe haberse desarrollado en un embrión de ocho o 16 células. El número de células dependerá de la especie. Estos embriones multicelulares se llaman blastómeros. Los blastómeros comienzan a hacer uniones estrechas entre sí, lo que hace que se deformen. Una vez que ya no son redondos, se convierten en una masa sólida en forma de mora conocida como la mórula. Cuando el embrión cambia de forma, se lo denomina compactación.
La etapa de mórula conduce a la creación de complejos de unión entre blastómeros. Esto le da al embrión una sección interior y un exterior. Esta separación conduce a la formación de blastocistos, que acumulan líquido y se expanden. Este es el punto donde las pruebas pueden revelar dos tejidos diferentes en el embrión. La parte más importante de los dos tejidos es la masa celular interna. Esta masa es la que conformará el embrión y el feto. El otro tejido es el trofoblasto, que contribuye al sistema de membrana fetal.