Una fuerza que es opuesta a la dirección del movimiento es la fricción. La fricción puede ser cinética o estática. La fricción cinética actúa sobre un objeto en movimiento, mientras que la fricción estática actúa sobre un objeto estacionario.
La dirección de la fricción estática no está clara. Un método utilizado para determinar su dirección es observar si un objeto se mueve en ausencia de fricción. Si se mueve, la fricción es en la dirección opuesta. Si no lo hace, la fricción es cero.
La fuerza que no permite el movimiento relativo entre dos objetos que están en contacto entre sí se llama fricción. A veces, puede ser útil, por ejemplo, cuando evita que una persona se caiga mientras corre o camina. También garantiza que un automóvil no patine durante la conducción en condiciones normales.