La Universidad Estatal de Florida define la Ley de Lenz como una fuerza electromotriz inducida que genera una corriente que induce un campo magnético contrario al campo magnético que genera la corriente. La Ley de Lenz fue descubierta por el físico ruso Heinrich Lenz en 1834.
Según How Stuff Works, la Ley de Lenz se aplica a los generadores eléctricos. Un generador induce una corriente eléctrica, y la dirección de la corriente es tal que se opone a la rotación del generador. Cuanta más energía eléctrica entrega un generador, más energía mecánica se requiere para convertirla.
Según el Centro de Recursos de Pruebas No Destructivas, el científico francés Dominique Arago desarrolló un experimento para demostrar la Ley de Lenz. El experimento consiste en colgar un imán de una cuerda sobre un material conductor, no magnético, como el cobre. El imán se balancea hacia adelante y hacia atrás sobre la superficie pero no lo toca. Cuando el imán se balancea sobre la superficie conductora, su campo magnético atraviesa el conductor e induce una corriente eléctrica, que genera su propio campo magnético opuesto al campo magnético del imán. Esto hace que la oscilación del imán disminuya aunque la superficie no sea magnética. Si se quita la superficie conductora, el imán oscila libremente porque no se crea una corriente.