Una base conjugada es una sustancia que se forma como resultado de un ácido que pierde un ion de hidrógeno. Estas bases son una parte esencial de la teoría ácido-base de Brønsted, que establece que todas las relaciones ácido-base implican la transferencia de un ion de hidrógeno o protón.
Una base conjugada acepta el protón que el ácido ha perdido. Las bases pueden ser débiles o fuertes, dependiendo del ácido. Si un ácido es fuerte, entonces su base conjugada es débil y viceversa. Cuanto más fuerte es uno de estos ítems, más débil es el otro. Un concepto adicional en la relación entre el ácido y las bases es que una base conjugada siempre está emparejada con un ácido conjugado.
Una base conjugada puede ser manchada dentro de una reacción química por su carga negativa. Esta carga se debe a la pérdida del ion hidrógeno, que lleva una carga positiva. Un ejemplo de esto es el ácido nítrico (HNO3) que se convierte en la base conjugada de nitrato (NO3).
Independientemente de la fuerza o debilidad de la base conjugada y otros elementos dentro de una reacción, el agua actúa como una fuerza de mitigación que limita la fuerza de los ácidos y las bases. Por ejemplo, el agua puede captar un ion de hidrógeno y convertirse en hidronio.