Un organismo no vivo se define como un organismo que carece o ha dejado de mostrar signos de vida. Los organismos no vivos son inanimados y han dejado de mostrar capacidades de crecimiento, reproducción, respiración, metabolismo y movimiento. Estos organismos también carecen de la capacidad de responder a los estímulos y adaptarse a su entorno. Los organismos no vivos no requieren energía para continuar en existencia.
Los seres no vivos se dividen en dos grupos: aquellos que nunca han estado viviendo, como piedras y oro, y aquellos que alguna vez fueron seres vivos, como el carbón. El carbón se formó cuando los árboles murieron y se hundieron en el suelo. En consecuencia, el carbón es un organismo no vivo que una vez estuvo vivo.