La amilasa es en realidad un grupo de enzimas que hidrolizan todos los azúcares y almidones que se encuentran en los carbohidratos. Estas enzimas pueden digerir polisacáridos en disacáridos y monosacáridos que el cuerpo humano puede absorber y utilizar para obtener energía. La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo, y es un monosacárido que se obtiene de los alimentos ricos en polisacáridos que los humanos ingieren. La amilasa también digiere los glóbulos blancos muertos. Estas células comprenden la mayoría de pus en el cuerpo humano, y la amilasa digiere el pus para eliminarlo del cuerpo.
Esta enzima también está involucrada en muchas reacciones antiinflamatorias. Los alérgenos y muchos irritantes pueden catalizar reacciones inflamatorias como urticaria, eccema, picaduras de insectos y dermatitis atópica. Estas reacciones a menudo liberan histamina en el torrente sanguíneo, lo que conduce a la inflamación en el cuerpo. La amilasa ayuda a mediar las reacciones antiinflamatorias y ayuda al cuerpo humano a curarse de estas reacciones. Las personas que tienen deficiencias de amilasa pueden experimentar una mala digestión de carbohidratos, una mala mediación antiinflamatoria y un mayor riesgo de infecciones.