Cuando una persona empuja una caja a través del piso, está ejerciendo fuerza en la caja. Lo mismo ocurre si levanta la caja, arrastra la caja o la golpea con un palo. En todos los casos, está aplicando fuerza a la caja.
En física, la fuerza se define como cualquier aplicación externa de energía que cambia algo sobre la ubicación, dirección, velocidad o condición de un objeto. Una fuerza externa puede provenir de una persona, una máquina o cualquier número de fuentes diferentes. La fórmula para calcular la fuerza es F = ma, o "la fuerza es igual a la aceleración de los tiempos de masa". La aceleración solo se puede medir en términos de movimiento, por lo que si el objeto que se está influenciando permanece inmóvil, la fuerza se calcula técnicamente como cero, sin importar cuánto esfuerzo se esté gastando. Empujar, jalar, levantar y patear son ejemplos de una fuerza aplicada. Hay muchos otros tipos de fuerzas, todas las cuales pueden influir en un objeto. Algunas fuerzas, como la gravedad y el magnetismo, ejercen influencia desde la distancia. Otros, como la fricción y la resistencia del aire, normalmente actúan en oposición al movimiento de un objeto. La interacción combinada de todas las fuerzas presentes determina si el objeto se mueve, cae, permanece en su lugar o se detiene.