La teoría geocéntrica, o el sistema ptolemaico, fue una de las primeras teorías sobre los orígenes del universo, y postuló que el sol, las estrellas e incluso los otros planetas giran alrededor de la Tierra. Sin embargo, Ptolomeo no fue el primero en sugerir esta teoría, ya que los documentos indican que Aristóteles y Platón discutieron este paradigma.
Debido a que la Tierra no es el centro del universo, tendría sentido que las discrepancias en la teoría geocéntrica comenzaran a aparecer en algunas mediciones posteriores. Una vez que los griegos comenzaron a notar algunas anomalías entre las ubicaciones proyectadas de los planetas y sus ubicaciones actuales, se hicieron necesarios algunos ajustes a la teoría.
La versión ptolemaica de la teoría geocéntrica presentaba una compleja red de círculos. Ptolomeo pensó que cada planeta viajaba en un círculo, conocido como un epiciclo, y cada epiciclo también orbita alrededor de la Tierra. Esto significa que el centro de la atracción gravitacional, o el deferente, es diferente de la Tierra. Reconocer esta diferencia fue un paso importante hacia la comprensión del movimiento de la Tierra, el sol, los planetas y las estrellas. Este sistema fue popular en la década de 1500, porque encajaba perfectamente con algunas de las observaciones de los primeros científicos griegos.