La planificación comunitaria para la gestión de desastres implica los esfuerzos de las comunidades para planificar una variedad de desastres naturales o provocados por el hombre, explica la Agencia de Gestión de Emergencias para Desastres del Caribe. El proceso implica la coordinación de personal y materiales Requerido para recuperarse de estas emergencias.
Varias situaciones pueden requerir manejo de desastres. Algunos de estos incluyen desastres naturales, como terremotos, huracanes, tornados, inundaciones o incendios. Los accidentes industriales, incluidos derrames de petróleo y explosiones, también requieren medidas de emergencia. El terrorismo dentro de las comunidades se está convirtiendo en una amenaza cada vez más común. Las fallas de guerra y comunicación son situaciones de emergencia adicionales que requieren preparación.
La gestión eficaz de desastres se compone de prevención, mitigación, preparación, respuesta y recuperación. La identificación de posibles peligros dentro de la comunidad es un excelente punto de partida para los planes de manejo de desastres. La determinación de las vulnerabilidades es también una parte integral de la planificación. La compilación de recursos proporciona una red de apoyo que puede utilizarse cuando ocurre una emergencia. La formulación de un plan de acción aborda los aspectos específicos de lo que ocurrirá antes, durante y después de una situación de emergencia.
Aunque el gobierno federal interviene con frecuencia en el caso de emergencias comunitarias a gran escala, en última instancia es responsabilidad de cada gobierno local y sus ciudadanos prepararse para estas situaciones. Probar los planes de desastre de la comunidad es fundamental para evaluar la efectividad de las estrategias descritas. Esto se puede lograr a través de la entrega de reuniones, entrenamiento y ejercicios de simulación. Las pruebas y simulaciones son una excelente herramienta para determinar si existen puntos débiles en el plan actual.