Las plantas necesitan agua para crecer porque las plantas necesitan presión de agua interna para fortalecer los tallos y las hojas, y las plantas necesitan agua para crear energía. El agua también es necesaria para la fotosíntesis, que se produce en las hojas de la planta con agua del tallo.
Todos los seres vivos necesitan agua para crecer. Las plantas están compuestas por un 90% de agua y, por lo tanto, requieren más agua que los animales. La presión del agua dentro de una planta se llama turgor. Sin turgencia, la planta se marchita y muere. La presión interna del agua se crea cuando la planta absorbe agua del suelo, a través del tallo, hacia las hojas. El agua es necesaria para crear un esqueleto para la planta para que la planta pueda permanecer en posición vertical.
Una vez que el agua llega a las hojas, la fotosíntesis ocurre durante las horas del día. Durante la fotosíntesis, la planta crea alimento. Sin agua, la planta no podría crear el azúcar que necesita para obtener energía. El agua viaja desde el tallo hasta las hojas, y allí, el agua se intercambia por dióxido de carbono durante la transpiración. Este proceso natural solo ocurre cuando hay luz solar presente. La transpiración también sirve para enfriar la planta, al igual que la sudoración refresca a un ser humano. El agua sale de las hojas a través de pequeños orificios llamados estomas.