La migración interna se refiere a personas dentro de un país que se trasladan a otra ubicación dentro de sus fronteras, mientras que la migración externa, también conocida como migración internacional, se refiere al acto de migración a través de las fronteras de un país a otro. Por lo general, las motivaciones para la migración interna y externa difieren.
Las razones de la migración interna son a menudo educativas o económicas. Por ejemplo, en el siglo XIX, muchas personas emigraron de la costa este a la costa oeste de los Estados Unidos para aprovechar las oportunidades económicas. La migración externa también ocurre por razones educativas o económicas, pero a menudo tiene motivaciones políticas. Los migrantes internacionales son a veces refugiados o solicitantes de asilo que huyen de la guerra, desastres naturales, discriminación religiosa o política. Los migrantes externos temporales se desplazan solo por un período de tiempo fijo, como un contrato de trabajo, un programa de estudios o el cese de un conflicto armado. Los migrantes externos permanentes planean obtener la ciudadanía o al menos obtener la residencia permanente en el país al que se mudan.
La migración internacional tiene un efecto profundo en las sociedades y economías de los países afectados. Muchos organismos nacionales e internacionales se ocupan de cuestiones migratorias, como la Organización Internacional para las Migraciones, la Red Internacional sobre Migración y Desarrollo y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Según el Departamento de Estado de EE. UU. Que cita estadísticas de los EE. UU., Había 244 millones de migrantes en todo el mundo, lo que representa más del 3 por ciento de la población mundial.