La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) ocurre cuando el exceso de grasa, no relacionado con el consumo de alcohol, se acumula en las células del hígado, según la American Liver Foundation. Cuando la grasa supera el 5 al 10 por ciento del peso del órgano, la hinchazón puede aumentar el riesgo de falla y otras condiciones.
La afección tiende a desarrollarse con mayor frecuencia en pacientes con sobrepeso y obesos y con diabetes, colesterol alto o triglicéridos altos. También se cree que los malos hábitos alimenticios y la rápida pérdida de peso contribuyen a NAFLD, cita la American Liver Foundation.
Los primeros análisis de sangre que indican niveles altos de enzimas hepáticas son la primera señal de advertencia; una ecografía confirma el diagnóstico de NAFLD una vez que se descartan otras afecciones a través de pruebas adicionales.