La histerectomía vaginal asistida por laparoscopia, o LAVH, es un procedimiento que le permite a un cirujano extraer el útero de una mujer al insertar un laparoscopio para ver los órganos pélvicos, explica la Clínica Mayo. Inserción de instrumentos quirúrgicos largos y delgados a través de incisiones abdominales, seguido de extracción del útero a través de una incisión en la vagina. Los médicos suelen recomendar una histerectomía vaginal asistida por laparoscopia si hay tejido cicatricial en los órganos pélvicos como resultado de la endometriosis o cirugías anteriores.
Los pacientes reciben anestesia general o un bloqueo espinal antes de someterse al procedimiento, afirma la Clínica Mayo. Un miembro del equipo quirúrgico limpia el área quirúrgica de una mujer con una solución estéril mientras la paciente está recostada sobre su espalda. Se puede insertar un catéter urinario para vaciar la vejiga.
Un cirujano sujeta los vasos sanguíneos uterinos y desconecta el útero de su tejido conectivo con un laparoscopio, según la Clínica Mayo. Después de extraer el útero a través de la vagina, los médicos usan puntos absorbentes para controlar el sangrado en la pelvis. En su lugar, un útero agrandado se corta en pedazos más pequeños y se extirpa en secciones, siempre y cuando no se aprecien signos de cáncer uterino. En casos de endometriosis severa o tejido cicatricial pélvico, una histerectomía vaginal puede ser imposible.
Una paciente ya no tiene su ciclo menstrual o la capacidad de quedar embarazada después de una histerectomía vaginal asistida por laparoscopía, señala la Clínica Mayo.