El analgésico de prescripción más fuerte es la morfina, como lo indica el NHS. La morfina se encuentra en el grupo de analgésicos llamados opioides u opiáceos. Hay dos opioides débiles y fuertes que un médico puede recetar, dependiendo de la condición de la persona.
Típicamente, los opioides forman el grupo más fuerte de analgésicos. Algunos de los opioides débiles incluyen dihidrocodeína y codeína. Los opioides fuertes incluyen petidina, morfina, metadona, diamorfina, tramadol, fentanilo y oxicodona, entre otros. Por lo general, un médico le administrará primero un analgésico débil para el paciente, como ibuprofeno o paracetamol. Si no funcionan, él o ella le recetarán opioides a un paciente, según lo indique el paciente.