Aunque puede ser causado por varias afecciones médicas, un diagnóstico de gliosis isquémica crónica significa que hay cicatrices a lo largo del sistema nervioso central que impiden el flujo de sangre a los nervios, tejidos y órganos circundantes. Cicatrices como estas, que también se denominan lesiones, están presentes en muchas afecciones, como la esclerosis múltiple, y con frecuencia se encuentran después de un accidente cerebrovascular.
El proceso de cicatrización llamado gliosis se produce después de que las neuronas se dañan y mueren como resultado de algún tipo de enfermedad o evento traumático. Después de la muerte, las neuronas son reemplazadas por una densa red fibrosa de neuroglia o células de soporte. La condición es crónica, lo que significa que no desaparece y continúa causando deterioro durante un largo período de tiempo.
Compuesto por el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos, el sistema nervioso central es extremadamente complejo y no se cura muy bien, lo que a menudo provoca afecciones crónicas. Esto significa que una vez que se produce el daño, rara vez mejora por sí solo. Afortunadamente, muchos estudios en curso esperan arrojar algo de luz sobre el asunto y dar lugar a avances que permitirán a los médicos curar las lesiones que se producen en enfermedades debilitantes como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, la ELA y otras.