La Doctrina de Freeport fue una famosa respuesta oral de Stephen Douglas a Abraham Lincoln durante sus debates de 1858. Douglas afirmó en la respuesta que, independientemente de cómo se dictara el Tribunal Supremo, la ley no podía impedir que los ciudadanos de un territorio se negaran a cumplir.
La postura de Douglas fue en defensa de los derechos de los estados cuando se trató la cuestión de la esclavitud. Afirmó que si un territorio rechazaba la esclavitud, entonces el Tribunal Supremo no podía obligarlos a aceptar la esclavitud. Esta postura enojó a muchos demócratas del sur y condenó las esperanzas presidenciales de Douglas en 1860. Su oponente en el debate, Abraham Lincoln, ganó las elecciones.