Gracias a sus cuernos faciales, piel gruesa y gruesa, los rinocerontes adultos tienen muy pocos depredadores. Estas adaptaciones, que son elementos que los animales evolucionan para prosperar en sus hábitats, son muy importantes para su supervivencia mientras viven en medio de los leopardos, leones y hienas que comparten su rango.
Los científicos reconocen cinco especies diferentes de rinoceronte. Estos grandes mamíferos exhiben algunas adaptaciones que son comunes a todos los miembros del grupo, así como algunas que difieren de una especie a otra. Por ejemplo, todos los rinocerontes tienen una piel gruesa y al menos un cuerno facial grande, pero sus bocas y hábitos difieren a lo largo de su rango. Los rinocerontes blancos, por ejemplo, tienen una boca ancha, que utilizan para cosechar pastos y vegetación de bajo crecimiento. En contraste, los rinocerontes negros e indios tienen bocas más pequeñas, que les ayudan a recolectar las partes más nutritivas de arbustos y matorrales.
Todos los rinocerontes exhiben un excelente sentido del olfato, que es parcialmente una adaptación que compensa su pobre sentido de la visión. Esto hace que algunos rinocerontes se carguen en la dirección de un olor amenazante, incluso sin ver claramente la amenaza.
Todos los rinocerontes también crecen uno o dos cuernos faciales, pero las especies africanas dependen más de estos cuernos para la defensa. Los rinocerontes asiáticos usan sus cuernos para la defensa, pero también usan sus dientes inferiores para infligir heridas cortantes en los depredadores.