Los pterodáctilos, también conocidos como pterosaurios, eran carnívoros. Eran carroñeros, y cuando eran jóvenes, consumían insectos. Una vez que maduraron, comieron pescado y los cadáveres de otros animales, incluidos los de otros dinosaurios.
Debido a que los pterodáctilos disfrutaban comiendo pescado, residían principalmente cerca de cuerpos de agua. Originalmente, muchos científicos pensaban que eran una especie acuática porque sus hábitats estaban cerca del agua. Se pensó que los pterodáctilos usaban sus alas para navegar en el agua. Finalmente, se demostró que esa teoría era errónea y se supo que existían fósiles en áreas como las cuevas.
Los pterodáctilos tenían más formas de moverse que otros animales de la época porque podían volar y caminar. Debido a su movilidad, aparecieron en una variedad más amplia de áreas del mundo que otros animales. Vivían en lugares como la actual Inglaterra, Alemania, Francia, Japón, América, China y Guam. Una de las características más conocidas del pterodáctilo fue la cresta en su cabeza. Estaba hecho principalmente de tejido blando y rodeado de escamas. Las fibras largas se unieron para crear un patrón en espiral en la parte cónica de la cresta. Sus dientes eran largos y se cree que se usaron para actividades como el esfuerzo.