Las hormigas voladoras suelen ser hormigas carpinteras, que pueden morder. Sus mandíbulas son fuertes e inyectan ácido fórmico en la punción, lo que provoca una sensación de ardor en el área de la herida. Una picadura de hormiga carpintera causa una marca roja del tamaño de un chícharo que puede demorar hasta ocho días en desaparecer.
Las picaduras de hormigas carpinteras son incómodas, pero las hormigas no son venenosas. Las hormigas no se aprovechan de los humanos, pero pueden morder si sus nidos son perturbados. Las mordeduras se deben lavar con agua y jabón, y se debe aplicar una crema antibiótica en una marca abierta. Las picaduras a menudo pican durante varios días.