Un zorro ártico tiene una piel gruesa y densa, orejas pequeñas que inhiben la pérdida de calor, almohadillas para los pies cubiertas de piel y la capacidad de almacenar una capa gruesa de grasa corporal. Todas estas características físicas hacen posible que el zorro viva en el clima ártico a menudo bajo cero.
Los zorros árticos varían de 6 a 10 libras, con los machos con un promedio de 7 libras y las hembras 6 libras. Desde la nariz hasta la cola, tienen un promedio de 30 a 40 pulgadas de largo, con 10 a 13 pulgadas de esa cola. En los hombros, el zorro mide entre 9 y 11 pulgadas de alto.
Otra adaptación de supervivencia es el cambio de la piel del zorro ártico de blanco nevado en invierno a un tono marrón durante el verano. Esto proporciona camuflaje, especialmente útil para una especie que vive en un paisaje sin árboles. Estos animales viven en dens y pueden producir hasta dos camadas cada año, con hasta 15 kits por camada. La temporada de reproducción es entre septiembre y mayo, con hombres y mujeres cuidando a los jóvenes.
Los zorros árticos son omnívoros y comen cualquier cosa, incluidos lemings, pescado y bayas. Su audición superior les permite sentir presas bajo la nieve o el hielo. Una vez encontrado, el zorro se abalanza sobre el animal o lo saca de debajo de la nieve. Cualquier alimento sobrante está enterrado para uso futuro. En tiempos de escasez, los zorros árticos recuperan las muertes de osos polares.