Los humanos primitivos comían carne, plantas, insectos, frutas, flores y corteza. Según LiveScience, comer carne causó cambios fisiológicos que hicieron posible a los humanos de hoy. Se encontró que los nutrientes en la carne permiten el crecimiento de los cerebros más grandes de los humanos modernos.
Antes del descubrimiento en 2014 de antiguos desechos humanos que mostraban la dieta de los neandertales, muchos científicos pensaron que estos primeros humanos comían una dieta que consistía principalmente en carne. El descubrimiento de que el neandertal era omnívoro cambió la forma en que los científicos consideraban la evolución humana. La investigación detallada en el sitio web de LiveScience llegó a la conclusión de que el cráneo de un infante antiguo mostraba signos de deficiencia de vitamina B12. Un nutriente derivado solo de fuentes animales, la deficiencia de B12 demostró que estos humanos primitivos necesitaban carne para una función cerebral adecuada.
Los informes citados en Nature.com encontraron que los humanos primitivos desarrollaron herramientas especializadas para eliminar la carne y la médula de los huesos de animales. El descubrimiento llevó a los investigadores a determinar que los humanos primitivos regularmente consumían carne. Aunque los científicos no señalaron exactamente cuándo los humanos comenzaron a comer carne, la evidencia fósil apuntaba a una fecha anterior a la que se sospechaba. Los chimpancés también consumían regularmente carne, sin embargo, era una pequeña parte de su dieta. Los informes también concluyeron que los humanos primitivos comían nueces, granos y otros alimentos duros además de la carne. La evidencia dental reveló molares que masticaban alimentos duros.