Los colibríes comen una combinación de néctar de flores y pequeños insectos voladores. El néctar es el alimento de colibrí más conocido y comprendido. Los científicos han notado que la forma de las cuentas y las lenguas de las aves están altamente adaptadas para llegar a lo profundo de los huecos de las flores para recuperar el néctar. Sin embargo, como el néctar es pobre en todo menos en calorías, los colibríes compensan el déficit nutricional al comer insectos.
El néctar es muy azucarado, que es vital, ya que le da a los colibríes un rápido impulso de energía. El vuelo de los colibríes consume una gran cantidad de energía, son de sangre caliente y deben quemar calorías para mantener esa temperatura, y sus pequeños cuerpos disipan el calor de manera muy eficiente. Todos estos factores se combinan para hacer que los colibríes exhiban el mayor metabolismo de cualquier animal fuera de los insectos. Sin embargo, el néctar carece de proteínas, grasas, vitaminas o minerales, por lo que los colibríes recurren a la depredación. La presa favorita de los colibríes de garganta rubí son las arañas, que representan del 60 al 80 por ciento de su dieta. Los colibríes también consumen escarabajos y avispas parásitas, junto con plagas como mosquitos, hormigas, moscas, mosquitos, áfidos y ácaros. Los colibríes cazan a la manera de un cazador de moscas, un tipo de ave que captura insectos en vuelo. También se aprovechan de las telas de araña y, a menudo, consumirán tanto la presa de una araña como la araña en sí misma.