Las glándulas subcutáneas agrandadas, o ganglios linfáticos, generalmente son el resultado de bacterias o virus, de acuerdo con la Clínica Mayo. En casos raros, los ganglios linfáticos inflamados son causados por ciertos cánceres. Los médicos diagnostican la causa de las glándulas inflamadas al examinar los síntomas acompañantes.
Las infecciones bacterianas como la faringitis estreptocócica y los abscesos pueden causar glándulas inflamadas, especialmente alrededor de la mandíbula, explica WebMD. Los virus como el sarampión, la rubéola, la varicela o las paperas también causan inflamación de los ganglios linfáticos. Las personas que han desarrollado SIDA después de una infección por VIH comúnmente tienen nódulos linfáticos inflamados, ya que el virus ataca el sistema inmunológico. La mononucleosis causa glándulas inflamadas, fiebre, dolor de garganta y fatiga.
Las infecciones menos comunes que causan la inflamación de las glándulas son la enfermedad de Lyme y la sífilis, informa WebMD. La enfermedad de Lyme se transmite por las picaduras de garrapatas, mientras que la sífilis es una infección de transmisión sexual. Los crecimientos benignos, como los quistes, la amigdalitis y la inflamación del tejido graso debajo de la piel también causan la inflamación de las glándulas.
El sistema linfático se encuentra principalmente en la región de la cabeza y el cuello, dice la Clínica Mayo. Cuando un nodo se inflama, es una señal de que algo está mal en algún lugar del cuerpo. Los síntomas incluyen ganglios dolorosos y dolorosos, glándulas que se hinchan hasta el tamaño de un frijol o extremidades inflamadas. La inflamación en los nodos se detiene después de que el cuerpo se haya limpiado de infecciones. Glándulas inflamadas que han estado presentes durante más de dos semanas, que están acompañadas de fiebre alta, o que causan dificultad para tragar y respirar requieren atención médica inmediata.