La gota es el resultado de una acumulación de ácido úrico en el cuerpo que causa depósitos en forma de agujas de cristales de urato en los tejidos blandos o articulaciones del cuerpo, de acuerdo con el American College of Rheumatology. Esta condición a menudo se conoce como la enfermedad de los reyes porque se asocia con un exceso de ciertos alimentos y bebidas. Algunos medicamentos también están asociados con ataques de gota.
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel señala que la genética es un factor de riesgo para la gota, por lo que las personas con antecedentes familiares de la enfermedad tienen más probabilidades de padecer gota. Tener sobrepeso, hombres y adultos también son factores de riesgo para la gota. Por esta razón, mantener un peso saludable a través de una buena dieta y un programa de ejercicios es vital para cualquier persona que pueda sufrir de gota. Las personas afectadas por la gota o predispuestas a la gota deben comer una dieta saludable y baja en purinas. Las vieiras, la carne de caza, los panecillos, las sardinas, los champiñones, el hígado, el cerebro y los espárragos son algunos ejemplos de alimentos con alto contenido de purinas.
La Fundación de Artritis dice que la gota es una forma de artritis inflamatoria. Los depósitos de urato en las articulaciones y los tejidos blandos causan un dolor intenso en una persona que sufre un ataque de gota. El dolor suele ser más intenso de 12 a 24 horas después del inicio del ataque. Un ataque de gota puede durar hasta dos semanas.
Al inicio repentino de la gota, un médico puede prescribir grandes dosis de uno o más medicamentos, como un fármaco antiinflamatorio no esteroideo o corticosteroides, para reducir el dolor y la hinchazón, afirma WebMD. También se pueden recetar medicamentos a largo plazo, como agentes uricosúricos o inhibidores de la xantina oxidasa. Una dieta que limite la ingesta de purinas puede ayudar a controlar la cantidad de ácido úrico en el torrente sanguíneo. Las personas con sobrepeso tienden a experimentar la gota más que otras, por lo que una dieta baja en grasa puede ayudar a un paciente a perder peso y controlar sus síntomas.