La implantación del embrión fertilizado en el útero causa un ligero sangrado durante el embarazo, según WebMD. Conocido como sangrado de implantación, es normal durante el embarazo temprano. Un aborto espontáneo o un embarazo ectópico pueden causar sangrado abundante acompañado de cólicos y dolor.
El sangrado de implantación no siempre es notable y ocurre en aproximadamente el 25 por ciento de las mujeres embarazadas, que a veces lo confunden con un período de luz, informa WebMD. Suele ocurrir de seis a 12 días después de la concepción. La sangre es más clara en color y flujo que la sangre menstrual, y los calambres abdominales leves pueden acompañarla. El sangrado de implantación, cuando ocurre, ocurre antes de las náuseas matutinas u otros síntomas más notables del embarazo.
Cuando el sangrado vaginal se produce al final del embarazo, puede indicar que el cuerpo se está preparando para dar a luz, según WebMD. Días o semanas antes de que comience el parto, se produce la expulsión del tapón de moco que cubre el útero; no es raro que pequeñas cantidades de sangre estén presentes en ella. Las contracciones, la secreción, el dolor de espalda inferior y la presión abdominal también indican un parto prematuro.
Cuando se trata de una hemorragia durante el embarazo, un médico puede pedirle a la futura madre que use una almohadilla para controlar la cantidad y el color de la sangre, afirma WebMD. Las mujeres no deben usar tampones mientras sangran durante el embarazo.