Las opciones de estilo de vida afectan la salud cardiovascular, psicológica, nutricional, esquelética y neurológica, señala el Servicio Nacional de Salud. Por ejemplo, fumar y beber alcohol en exceso puede provocar accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y cáncer. Comer una dieta deficiente que está excesivamente procesada y carece de calidad nutritiva conduce a la obesidad, la desnutrición, la diabetes, las enfermedades cardíacas y el cáncer. Vivir un estilo de vida sedentario conduce a muchos de los mismos resultados peligrosos y aumenta el riesgo de muerte sustancialmente.
Tomar decisiones de estilo de vida saludables puede prolongar la vida útil de una persona y ayuda a evitar muchas formas graves de enfermedad. Comer varias porciones de frutas y verduras frescas cada día junto con legumbres fibrosas refuerza el sistema inmunológico para que pueda combatir las enfermedades de manera más eficiente. Los probióticos que se encuentran en los cultivos vivos, como el yogur y el sauerkraut no fermentado, fortalecen el sistema digestivo y previenen varias formas de enfermedades que se sabe afectan el intestino. Se recomienda evitar los alimentos con alto contenido de grasas saturadas, sodio, productos químicos procesados, grasas trans y azúcares agregadas para mantener el cuerpo libre de sustancias nocivas para que pueda funcionar de manera eficiente. Mantenerse físicamente activo y realizar varias horas de ejercicio cada semana es clave para mejorar la salud cardiovascular y mantener una vitalidad emocional y psicológica equilibrada.