Los logros del movimiento de derechos civiles de la década de 1960 se recordaron en dos leyes. La Ley de derechos civiles se aprobó en 1964, prohibiendo la discriminación institucionalizada contra los afroamericanos, y la Ley de derechos de voto de 1965 hizo valer el derecho de los afroamericanos a votar en el sur.
El Acta de Derechos Civiles de 1964, redactada por el gobierno de Kennedy y luego promulgada por el Presidente Johnson, prohibió la discriminación institucionalizada contra los afroamericanos. Algunas de las prácticas discriminatorias prohibidas incluían la segregación en escuelas y lugares públicos, así como la discriminación racial y de género en el lugar de trabajo. Más tarde, un proyecto de ley aprobado por el gobierno de Johnson, conocido como el Acta de Derechos de Votación de 1965, impuso el derecho de los afroamericanos a votar en el Sur, donde, a pesar de los cambios en la legislación, la discriminación todavía se practicaba. En el sur, los afroamericanos se enfrentaron a obstáculos como los exámenes de alfabetización, los impuestos de las encuestas, la intimidación física en la cabina de votación y otros obstáculos burocráticos que les impedían ejercer su derecho de voto. La Ley de Derecho al Voto de 1965 puso fin a estas prácticas inconstitucionales. Según los análisis federales, casi un tercio de los votantes afroamericanos no registrados pudieron registrarse para votar a finales de año.